De pronto la ciudad se llenó de un extraño humo, creando una sensación de irrealidad. La gente caminaba entregada a un destino macabro, a un gobierno que era incapaz de dar una respuesta rápida y cabal.
¿De donde venía el humo? Mientras tanto los alimentos comenzaron a escasear, la capital estaba en jaque mate, asfixiada en sus puntos mas vulnerables. Imposible zafar a la llave Nelson de un grupo pequeño pero efectivo.
Era clara la muestra de inoperancia de los representantes del pueblo , que parecían hacer cualquier cosa menos velar por sus representados.
Con el pasar de los días la sensación de desgobierno se fué haciendo inaguantable y poco a poco se creó un clima de estallido social. Una parte de la clase media se volcó a las calles con sus cacerolas exigiendo la dimisión, era el fin, la hecatombe, todo adobado por los medios, que elegían qué mostrar y qué no.
¿Por qué? ¿Era real todo ese caos? ¿O era una simulación? En el pico del delirio me dí cuenta, era todo un simulacro, sí, BAFANGULO! nos quieren volver locos. Apagué la televisión, la encendía solo para ver "Two and a half men", "La isla de Guilligan", "El super agente 86", "Columbo" ja, ja,ja!
¿De que fin del mundo me estaban hablando?, ¿de que crisis?, ¿de la que vivo desde que nací? El congreso, el campo, todo se evaporó en el aire. ¡Basta!!! Si no tienen nada mejor que hacer que experimentar con la paranoia de la población tengo mejores cosas que hacer. Puedo vivir sin ustedes, hoy el diario me sirve para envolver los restos de comida.
Basta de noticias de mierda, y a recuperar tiempo perdido, creadores de odio, no existen no son verdad, chau ¡he dicho!
"Discúlpeme, no le había reconocido: he cambiadomucho"
(Oscar Wilde)
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